Todo proyecto o plan de vida tiene un objetivo general, a su vez varios objetivos específicos que son los pasos con los que se debe ir avanzando y que llevan a cumplir el objetivo general.
De igual manera, el objetivo general al tratar a una persona adicta, es la recuperación total, la cual se deben ir superando y cumpliendo una serie de pasos para acercarse más a la meta.
La desintoxicación es el primer paso, cumplido este punto, comienza la etapa de liberarse de la dependencia física y psicológica. Para ello se debe enfocar en reforzar las habilidades y cualidades de cada individuo, así como las emociones y autocontrol.
Siguiendo la ruta a la independencia
Para la recuperación a las adicciones, se deben atacar las fuentes que la originan y luchar con la dependencia que se crearon. La deshabituación es la segunda fase del tratamiento que consiste en liberar a la persona de la dependencia física y psicológica de forma permanente.
El tiempo de duración en esta fase requiere de periodos largos que puede llevar varios años, ya que al culminar la fase de desintoxicación, la persona representa todavía un factor de riesgo, aún presenta inconvenientes en sus relaciones familiares y la adaptación nuevamente a su entorno social.
En la deshabituación se trabaja con la parte cognitiva y la conducta de la persona, para reforzar, ampliar sus cualidades y habilidades que le permitan mantener en el tiempo la abstinencia a las adicciones tratadas y/o la tentación de alguna en el futuro.
La mente es muy poderosa, ella puede sanar al cuerpo por sí sola, se debe en ocasiones educarla para ello y reforzar los pensamientos positivos y de auto estima para lograrlo. Esto forma parte de la recuperación y el tratamiento psicológico en esta fase de deshabituación.
¡Libre al fin!
Para lograr cada fase en la terapia de recuperación del adicto, se debe contar con un componente imprescindible, es la disposición y voluntad de la persona que se va a someter a la terapia. Ella debe estar consciente que necesita curar sus dependencias para lograr y mantener una calidad de vida.
La satisfacción personal es la mayor recompensa que pueda existir, se debe alimentar el amor propio para desear la mejoría y así abrir el corazón para amar a otros, amar todo lo que se hace y disfrutar la vida, aprendiendo con cada experiencia y así poder ayudar a otros a superar sus adicciones .